Hemoglobina
Bleeders, Terror, Canadá/USA, 1997
Una pareja arriba a una isla, originarios de Francia. Él rastrea sus orígenes en busca de alguna pista que le ayude a combatir una extraña enfermedad hereditaria.
Una vuelta de tuerca al vampirismo necrófilo, aunque pronto se revela mal dada. Empieza bastante bien, con escenas al aire libre, personajes misteriosos, médico alcohólico que ha perdido su licencia, tumbas abiertas en el cementerio… Llegas a creer que vas a pasar miedo. Es de agradecer que no se anden con sentimentalismos: no se salvan ni los niños. Pero lamentablemente, bastante antes del final de la cinta se revelan los seres misteriosos, y son unos bichos de plástico inexpresivos, que dan asco pero muy poco miedo (esto no es un spoiler, son los de la carátula). Casi habría sido preferible que los mantuviesen mas en la sombra.
La película está bien, la idea es buena: la herencia familiar de la relación incestuosa de una condesa viciosa y su hermano gemelo, forzando mucho la argumentación biológica y genética. Por lo tanto, no recurre a explicaciones metafísicas o diabólicas, sino mas bien monárquicas.
En cuanto a los personajes: El doctor interpretado por Rutger Hauer está bastante desperdiciado. El protagonista masculino es el guaperas de La Femme Nikita; no es muy expresivo que digamos… Su mujer (Kristin Lehman) es, claramente, el personaje principal de la historia, y cumple bien. Pero desde mi punto de vista la chica de la funeraria, Janine Theriault, se lleva los laureles: se expresa con los ojos, su sola presencia está diciendo, sin ella saberlo, que en esa isla pasa algo muy raro, que no puede ser normal.
Director:
Peter Svatek
Elenco:
Roy Dupuis
Kristin Lehman
Rutger Hauer
Janine Theriault
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